07 junio 2007

Hogar dulce hogar

Título ideado por alguien entendido, que me propuso para escribir la nota. Nada más correcto, sensato y sencillo. Hogar dulce hogar. Más haciendo referencia a lo que se viene, que a dónde se jugó el partido. Boca, en su casa, llegó a una instancia que ya lo tiene casi como si fuera el propietario: una final de Copa Libertadores.

Boca no sólo clasificó, sino que pasó literalmente por arriba al Cúcuta que no estuvo apto para las circunstancias. Cerrando la boca a más de uno que lo imaginaba ya fuera del certamen –yo incluido-, el xeneize mostró la chapa copera que lo identifica.

En medio de la intensa niebla Boca vio la luz de la mano de Riquelme -desconocido en el partido de ida- quien se reivindicó con un juego y un empuje típico de un líder habilidoso como él. Además de mostrar el camino, fue él mismo quien abrió la puerta de la victoria con un tiro libre magistral.

Los colombianos fueron superados en fútbol, en entrega, en despliegue…en definitiva, en todo. En nada se asemejaron a aquel equipo que, hace tan sólo una semana, sorprendió hasta al más conocedor del tema. Los futbolistas del Cúcuta miraban para el costado y deseaban la hora de subir a ese maldito avión que los lleve de nuevo al país cafetero, casi como un soldado anhela el regreso a su hogar después de meses de sufrimiento. Esa sensación transmitían: sufrimiento.

Cuando el gol no llegaba como debía –porque Boca ya había creado muchas situaciones- Palermo lo encontró con una guapeada saltando encima de todos, tirándole el cuerpo a todo ser que se interponga en el camino de su gol, del gol de la clasificación. El gol de Battaglia fue el que cerró la llave, para delirio del público local; y para que la niebla regresara, ahora producida por una interminable manada de bengalas que se encendían.

En la final ya esperaba rival Gremio, que no creo que haya sonreído cuando se enteró a quién deberá enfrentar. 180 minutos dividirán la gloria del fracaso, la historia del olvido, la eternidad de lo efímero. Por un lado, darle la razón a Russo de que se podía pelear todo y ganar –algo por lo menos, y casualmente la Copa, el algo más importante del todo-, darle el Bi a Macri, darle otra alegría a la gente xeneize y hundir en un año para intentar no volver jamás a su enemigo de siempre, River. Por el otro, volver a la cómoda pero muy utilizada frase de no se puede pelear todo, dejar a Boca en un año exclusivamente político, y a River, simplemente en otro año amargo más. 180 minutos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Boca demostro otra vez que no se achica en las malas. Es un equipo con oficio, con garra y sobre todo con mucha paciencia. Antes que nada una institucion seria, que hace las cosas bien y que a partir de una buena administracion ha conseguido mas de 15 titulos en 12 años. Un ejemplo a seguir para los otros clubes.

www.lachicanamediatica.com.ar

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con lo de la administración seria del Club , al mando de Mauricio Macri y es un ejemplo a seguir sobre todo por River, (basta de chorros e inútiles como aguilar) ¿cuál otro empresario hay del nivel de Macri pero hincha de River? que aparezca alguno por favor!!!
ahora vamos a lo que es deporte en si! Boca "jugando" como equipo de futbol sigue siendo una lágrima, ayer paso por la niebla pq los colombianos no sabian ni donde estaban pq el Boca de Russo juega tan mal como el de Lavolpe e incluso el "multiganador" de Bianchi (con la reglamentación actual hubiera perdido la final del 2000 directamente sin ir a penales) se dice que Gremio gana una Libertadores cada doce años, la cuenta da justo 1983; 1995; ¿2007? espero que la racha no se rompa esta vez
Emanuel, no seas tan objetivo con los bosteros, tirales mas mierda!! jajaja

Anónimo dijo...

Anda gallina envidioso. Ustedes no ganan ningun titulo internacional desde la supercopa del 97!!! diez años! Muertos!!!Lamentables!.River es un equipo de pechos frios, prefiero jugar mal, como dice fernando, pero llegar a todas las finales. River sos la verguenza argentina... TE ELIMINO CARACAS!!!!! MATATE!!