Haciendo historia

Es mi regalo para vos...

El solidario River de Passarella brindó otra muestra de afecto y le regaló, sin pedir nada a cambio, la primer victoria a San Martin en Primera. Mucho, pero mucho mérito de los millonarios para hacer el sueño realidad.

Por su parte Boca se quedó con un partido que jugó también Lunati (pero pateaba para los dos arcos, porque el gol de Battaglia está mal anulado). Para destacar el estadio que dicen tener todo abonado y que hay que sumar puntos para poder ir, parece que nadie sumó puntos y dejaron a todos afuera -y eso que tyc agarra poco y nada de las tribunas de Boca cuando están vacías-.

Racing ganó y es noticia. Por lo menos tres días de descanso para la gerencia. Huracán también hizo lo suyo, que no sólo no perdió, sino que sumó de a tres.

Gran partido de Lanús y mejor todavía el de Banfield, que se preparan para el clásico.

Independiente, Denis, y otra confirmación de que "el fútbol es un estado de ánimo" como siempre nos recuerda el amigo Calígula en La pelota no dobla.

Ramón nos alimentó con más de sus frases, a "recién se dan cuenta que Ortega tiene que jugar?" de la semana pasada, le agregó "me gusta que me ganen en la cancha". Lo de los árbitros fue lamentable en casi todos los partidos.

El amor incondicional no cotiza en euros

Cuenta la historia que en un pequeño reino, el mismo donde naciera el genio del fútbol mundial, vivía también este hombre, cuyos ojos brillaban al ver a su equipo, cuya vida había abandonado a un mundo de ensueños; soñaba despierto, su imaginación lo invitaba a viajar en un mundo de fantasías donde el dolor y la derrota no existían, y las historias eran siempre felices cuando de su camiseta se trataba.

Soñaba para sanar su corazón, que sufría desde hacía tiempo la ausencia de grandes campañas. Por las noches ahogaba su angustia en su almohada, a la cual le confesaba, continua e incansablemente, sus penas infinitas.

Él no lo abandonaba; sus lágrimas quedaban tatuadas en su rostro, pero él rogaba a las estrellas y juraba que todo cambiaría. Lo idealizaba y así su equipo seguía siendo parte de su vida, de su familia, de sus días. Semana tras semana, ni los fríos inviernos lo alejaban de las canchas.

Un día apareció otro hombre, bautizado Julio, quien monopolizó el negocio y olvidó el deporte. Inmune a las plegarias de los hinchas y para nada melancólico. Un empresario, según definición de las grandes escuelas.

Julio intentó una y otra vez arrebatar la fantasía de este hombre, pero fracasó continuamente. El hombre cerró cualquier acceso a intimidar su mundo de ensueños y siguió…era su vida, le gustaba, lo amaba.

Con el tiempo Julio se fue haciendo de amigos, empresarios también ellos. Les enseñó que a parte del juego el negocio era grande, y ellos aprendieron rápidamente.

Hoy se llevan a las grandes promesas de este reino a otros lejanos, mucho más lujosos por cierto. Hoy lo quieren alejar a él de las canchas mediante grandes contratos de la pantalla, mediante asesinatos y peleas de poder en los estadios, mediante periodistas pagos que venden humo tras humo con la intención de dejar en lo invisible el amor que el hombre siente. No se dan cuenta que no lo van a lograr. No se dan cuenta que este juego es más que un negocio, este juego es su vida…


El hombre, al igual que otros casi 400.000 soñadores, fue a la cancha este fin de semana.

Trae a Riquelme

Pálida imágen dejó Boca; claramente derrotado por un Argentinos Jrs inteligente en el planteo.

Ni en el invento de penal pudo salvar a un xeneize que dejó al desnudo sus limitaciones. Un equipo frágil y desorientando en defensa, y desalmado en ataque. Sin ideas ni proyectos, sin intentos, sin un líder, sin Riquelme.

Boca no se asemeja en nada a aquel campeón de América de hace algunas semanas. Argentinos le ganó jugando por arriba, como hasta el más distraído sabía que iban a jugar. Y Boca nada pudo hacer, nada hizo. Dos partidos y sólo un punto lo separa de River, que nunca jugó -y no me quiero meter en la política institucional de la cual brotan las dos lamentables razones por las cuales no jugó, ni una ni otra fecha-.


Entre los otros ocho partidos podemos rescatar la victoria de Vélez que se prendió en la punta con un Independiente más afortunado que vistoso, y con un siempre agerrido Estudiantes.

Huracan sigue sin desentonar, pero sin ganar. El Gimnasia de Maturana es un equipo sin identidad. San Lorenzo volvió a la rueda de la fortuna y se trajó tres puntos de San Juan, que si volvía con uno, volvía conforme. Olimpo tiene que hacerse firme en Bahía para no hacer efímera su permanencia en primera. Racing sin Moralez volvió a su triste realidad falta de fútbol, y con claras diferencias entre gerenciadores e hinchada.

Se va la primera

Primera fecha adentro -casi, por el partido que postergó River- con más decepciones que sorpresas. Poco fútbol, pocos lujos, pocas ideas, muchos errores. Lo que se veía venir.

Lo mejor:
1- El arranque de Tigre y San Martín que sin jugar del todo bien dieron el primer paso con tres puntos de visitante.
2- La estructura que mantuvo Estudiantes que sin sus delanteros de cabecera de la temporada pasada convirtió tres goles.
3- El emocionante partido de Independiente y Lanús que de todos modos dejó que desear de los dos lados de mitad de cancha hacia atrás.
4- Racing arrancó con el pie derecho en un partido complicado en Bahía.
5- A Huracán no le pesa la primera y aunque no pudo ganar no fue menos que Arsenal, aún empezando abajo desde el vamos.

Lo peor:
1- San Lorenzo perdió sobre la hora en un partido que el torneo pasado lo ganaba. Chau suerte de campeón; con más plantel que el semestre anterior, con expectativas generadas, perdió la humildad que lo distinguía.
2- Boca y su Riquelmedependencia: ni una idea se les cayó a los de Russo. Aburridísimo.
3- River y su postergación de la primera fecha por un torneo amistoso. Lamentable.
4- El debút de Lima en la ajustada e inmerecida victoria de Vélez.

El correctamente nombrado torneo Cablevisión no genera ilusiones. ¿Se viene un semestre para el olvido? Esperemos que no...

La espera terminó

Un día y vuelve el fútbol. Un día y vuelve la alegría (?).

Mañana empieza el apertura 07 de un fútbol casero que se devalúa más rápido que la propia economía. Mañana empiezan los sueños, los llantos, las plegarias, los festejos, las cargadas...fútbol argentino, por más devaluado que esté; bienvenido sea.

Las contrataciones de los equipos no son de lo mejor, como ya bien le dedicó una tapa La pelota no dobla; no dan ganas ni de nombrarlos. Los que se van, siempre los que más prometen, pero cada vez más jóvenes -ver nota de Vale chumbar-.

El torneo que ya ganó la televisión, se abren las expectativas por quién gana en la cancha -o en la oficina de Julio-.

Me ilusiona el hecho de saber y creer que siempre somos salvados -paradójicamente, al igual que el país- por nuestro eterno semillero. Caras nuevas saldrán a ser precoces figuras que harán una previa fugaz por nuestro fútbol para llegar al ansiado viejo continente. Me entusiasma tener la certeza de vovler a escuchar a Ramón, a Daniel, a Miguel Ángel, al Cholo... a los comentarios del Bambino y el Narigón, a los vibrantes relatos de Victor Hugo...

¿Quién sale campeón del Apertura? -pueden votar también en la encuesta-